ACTUALIDAD AFTERMARKET
Ante el actual incremento de la venta de vehículos de segunda mano, desde MANN-FILTER advierten que los vehículos que han llevado un adecuado mantenimiento, especialmente de los componentes vinculados al motor, como los filtros de aire, de aceite y de combustible, ofrecen mejores garantías en cuanto a prolongación de la vida útil del vehículo.
En lo que llevamos de 2022 las ventas de coches con más de diez años superan en un 38% las de los nuevos, según datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam) publicados en julio. Así, para muchos propietarios de vehículos que ronden la década de antigüedad, y que estén pensando cambiar de coche, el actual contexto puede ser una buena oportunidad para obtener cierto beneficio al desprenderse del vehículo si lo vende de segunda mano. La clave para que la transacción sea lo más beneficiosa posible, haber llevado un mantenimiento adecuado del vehículo.
Un mantenimiento adecuado de los vehículos alarga la vida útil de los mismos, garantizando las condiciones óptimas del mismo. En este sentido, “el buen estado del motor es uno de los factores más analizados a la hora de comprar un vehículo de segunda mano. Por este motivo, llevar a cabo un correcto mantenimiento de todos los componentes vinculados al motor es clave para mantener un buen estado del mismo a lo largo del tiempo“, explican desde la compañía especializada en sistemas de filtración, y subrayan la importancia del adecuado mantenimiento y sustitución de los filtros de motor.
Así, el filtro del aire evita que partículas dañinas que contaminan el aire lleguen al motor, provocando averías. Y es que la entrada de aire sucio al motor puede originar daños por desgaste en las piezas, acortando su vida útil, y perjudicar el funcionamiento de los componentes electrónicos generando problemas de encendido o aumento del consumo de combustible y de las emisiones contaminantes.
Por su parte, los filtros de aceite impiden la entrada de impurezas a través del aceite y evitan daños en el motor del vehículo, tales como partículas de carbón, hollín y otros residuos de la combustión. Una vez que una partícula de hollín o polvo penetra en el aceite del motor, comienza a rayar las superficies con las que entra en contacto, lo que provoca que su lubricante sea más abrasivo. No basta con cambiar el aceite, también hay que cambiar el filtro. Los cambios regulares del filtro de aceite evitan daños.
Por último, el filtro del combustible retiene las partículas dañinas que puede contener el combustible, garantizando que el carburante que entra en el motor está perfectamente limpio. Cuando penetra suciedad o agua en el combustible, afecta al rendimiento del sistema de inyección. Esto también puede provocar corrosión y daños en los componentes. Para mantener el combustible libre de contaminantes, es necesario un filtro de combustible eficiente, con una elevadísima eficacia de filtrado, asegurando casi el 100% de separación del agua contenida en el caso del diésel, intervalos de servicio muy prolongados o de por vida, dimensiones reducidas y resistencia química.
Con todo ello, para un adecuado mantenimiento de los filtros del motor es importante respetar siempre el kilometraje recomendado por el fabricante del vehículo para efectuar las revisiones y sustituciones. “Además, exceder el periodo de servicio de un filtro significa que estamos circulando con un filtro colmatado que va a obligar al motor a trabajar más de lo necesario, con el consiguiente aumento de consumo y emisión de gases contaminantes”, añaden desde MANN-FILTER.
En esta línea, la compañía recomienda revisar el filtro de habitáculo cada 15.000 kilómetros o cada año, aunque no se haya alcanzado este kilometraje. El motivo, que, aunque se hayan realizado pocos kilómetros, la acumulación de suciedad en un entorno húmedo, como es el sistema de climatización, va a generar malos olores, así como la proliferación de hongos y bacterias.
MANN-FILTER
MANN+HUMMEL